El Periódico
Después de una inflamación en la médula espinal, Francisco Sanclemente perdió la movilidad en la parte inferior de las piernas; años después, el vallecaucano quiere convertirse en la inspiración de un país completo.
El Valle del Cauca es la cuna de grandes deportistas que nos han llenado de orgullo cuando vemos ondear la bandera tricolor en lo más alto del podio. Nos emocionamos con cada salto de Orlando Duque y cuando Yuri Alvear sale al campo de batalla a coronarse en el Judo. Como ellos, Francisco Sanclemente quiere convertirse en un referente para todos en Colombia.
Cuando tenía 18 años, Francisco Sanclemente jugaba fútbol como portero y estaba cerca de terminar el bachillerato. Alcanzó incluso a competir en diferentes torneos realizados en su natal Buga, cuando una mielitis transversa (inflamación de la médula espinal) le impidió levantarse, sostenerse y caminar. “Desde el primer momento la vida te cambia, empiezas a entender las cosas de otra manera y ahí me di cuenta de las pocas oportunidades que tienen las personas en condición discapacidad”, comenta Sanclemente.
Francisco inició un proceso de rehabilitación que, como él considera, “más allá de física, fue mental. Tenía que ser independiente, tenía que poder moverme solo en una silla de ruedas y tenía que salir adelante”. Con la mentalidad pujante de los colombianos, el vallecaucano terminó el colegio y comenzó a estudiar administración de empresas.
De donde vivía a la Universidad eran más de dos kilómetros que tenía que recorrer a diario acompañado por su familia o por algunos de sus compañeros. Recuerda como “al comienzo me llevaban con gusto pero después la gente se aburre, entonces tenía que hacerlo yo solo. Si quería salir adelante, tenía que ir a estudiar en mi silla y recorrer el camino de ida y vuelta. Decidí que no tenía que pedirles algo que yo podía hacer por mi cuenta.”
Francisco comenzó además a entrenar y a perfeccionar su estado físico: “cuando vi los Juegos Paralímpicos de 2008 y pensé que quería volver a ser deportista. Sabía que podía volver y hacer más de lo que ya había hecho (jugando fútbol). Tenía que esforzarme más, pero iba a cumplir ese sueño”. Levantándose a las cuatro de la mañana y entrenando a diario, además de asistir a la universidad, Francisco se convirtió en una motivación más para su mamá y sus hermanas: “ellas me veían y yo creo que pensaban cómo no lo hacían y yo sí, en mi silla de ruedas. Fue motivación para que mi mamá comenzara de nuevo a estudiar y sacara adelante una carrera universitaria, así como mis hermanas”.
En el 2010, Francisco tomó una decisión que considera como “la mejor” de su vida: asistir a la Media Maratón de Bogotá. “Viajé totalmente solo. En Bogotá me encontré con mi entrenador y con personas con las que ya había hablado desde casa, pero todo lo hice solo”, recuerda. “Me descubrí, me olvidé por completo de la silla y encontré la independencia que necesitaba”.
Para Francisco, los colombianos “damos siempre lo mejor y le aportamos al mundo, pero ahora debemos convertirnos en inspiración. Somos inspiración”. Eso queda demostrado con la carrera deportiva del bugueño que va en ascenso desde el 2013 cuando participó en la Maratón de Buenos Aires; quedó en tercer lugar en la Media Maratón de Cali y de segundo en la Media Maratón de Bogotá. Un año después ganó la 100K Bodytech en Cali y la Maratón de las Flores en Medellín. En el 2015 ya se llevó el primer lugar en la Carrera Internacional Presta tu Pierna y la de Los Héroes (Bogotá), la Media Maratón de Cali y la Carrera Cali 10K.
Al preguntarle sobre qué tenemos los colombianos que nos hace sobresalir, Francisco, con una sonrisa, asegura que es el emprendimiento, “siempre arrancamos pese a las adversidades. También tenemos mucha alegría y optimismo, pero nos falta entender que la motivación va desde adentro, carecemos de esa inspiración que le damos al mundo”. El vallecaucano quiere dejar huella en el mundo mostrándose como un deportista disciplinado que es la prueba de que se pueden hacer muchas cosas.
Cuando quedó en silla de ruedas, Francisco también esperaba un bebé, que ahora tiene nueve años y es un motivo más para ser mejor persona y alcanzar todas las metas que tiene propuestas como deportista. Para él “la motivación se consigue cuando muestras a la gente cómo hacer las cosas, pero si quieres inspirar a los hijos, tienes que hacerlas con ellos.”
Con 28 años recién cumplidos el pasado jueves 21 de abril, Francisco Sanclemente es administrador de empresas, deportista de alto rendimiento y conferencista. Además se está certificando en “Coaching” para enseñar a las personas la importancia del autodescubrimiento y la disciplina.
Su caso, como él lo dice, “es un milagro, muchas veces esperas una señal o una muestra divina para solucionar tu vida. Yo esperaba lo mismo cuando quedé en condición de discapacidad hasta que un día me dije “de pronto el milagro es la silla de ruedas”, y tengo que contarle eso al mundo”.
De Buga viajó también este año a la Media Maratón de Bogotá, en donde ocupó el tercer lugar, además de crecimiento intelectual, Francisco quiere prepararse para llegar a los Paralímpicos de Río. Espera seguir entrenando en diferentes carreras y “alcanzar un nivel óptimo que me permita llegar a los Juegos (paralímpicos) el otro año”.