Si bien es cierto que en las dos galerías existe amplio espacio para ubicar estas ventas callejeras, se requiere de más autoridad para contrarrestar esta situación que cada vez se torna imposible de manejar y deja pérdidas cuantiosas a los comerciantes que cumplidamente tributan al fisco municipal.
Al pasar por la carrera 12 con calle 8a, se nota la decidía administrativa en el manejo operativo al problema , a pesar de que la gerente de Buga Abastos de manera solidaria, incluyente y con sentido de pertenencia por la ciudadanía, ha cedido espacios y brinda una serie de beneficios para que estos vendedores se ubiquen allí; sólo se requiere de la voluntad de los vendedores callejeros y de los buenos oficios de algunos representantes del pueblo para que no interfieran en la organización que se quiere dar al centro de la ciudad.
Está muy bien el tema de respetar el derecho al trabajo de los vendedores ambulantes hoy independientes. Pero los ciudadanos nos merecemos un espacio despejado para caminar. Ancianos, niños y en general todas las personas tienen que hacer todo tipo de peripecias para poder circular en medio de carros, bicicletas y carretas con todo tipo de mercancías