El Periódico
Más de 700 usuarios que se surten del agua de la acequia Chambimbal han presentado una vos de protesta y rechazo por la manera como se viene dando el servicio del vital líquido a los moradores del mencionado Corregimiento y con el agravante para los pequeños parceleros quienes obtienen el sustento para sus familias del diario trabajo.
De otro lado, les preocupa que por abastecer los monocultivos de caña de azúcar para algunos terratenientes, se deje sin agua por más de un mes a granjeros, pequeños ganaderos, pequeños gallineros y hasta de pesca deportiva.
De acuerdo a lo manifestado por algunas personas consultadas por el equipo investigativo de El Periódico, el operador del servicio de agua aforada Corpoguadalajara, vinculó una persona que aunque cuenta con muchas capacidades y estudios, no posee el bagaje que esta labor requiere para garantizar el suministro oportuno y adecuado a todos los usuarios.
Sin el deseo de discriminar o poner en tela de juicio la juventud, se requiere del acompañamiento de la experiencia de quienes en buen momento han gestado acciones de equidad e inclusión, sin que la balanza se recargue a favor de un minúsculo grupo, y vulnere o ponga en aprietos la economía de la mayoría.
Por ello solicitan a la Corporación Rio Guadalajara se apersone del tema, ya que los aportes que se hacen por el servicio de aforo del agua son cumplidos, y en debida manera requieren puntualidad en la prestación del servicio.
Para los usuarios del agua cruda a cielo abierto del cauce de la acequia Chambimbal, resulta inentendible que el líquido llegue con buena corriente hasta el sitio conocido como Franiers e inmediaciones de los transmisores de Radio Guadalajara en la entrada a Chambimbal San Antonio, y se suspenda para los pobladores de Chambimbal-La campiña y sus alrededores.
Según los afectados, el actual fontanero ha indicado que no contarán con suministro de agua hasta dos semanas siguientes, sometiéndolos a pérdidas cuantiosas que han venido arrastrando por más de tres semanas antes de la fecha ya señalada por el fontanero.
Precisan que aunque han informado estas anomalías a la Corporación Rio Guadalajara, no se les ha prestado atención ni asesoría al tema; de ahí que han recurrido a la CVC como órgano rector del medio ambiente y de quien depende directamente este servicio, sin encontrar eco positivo, por lo que han optado por acudir a los servicios de un “chamán” para que les guie en gestar lluvias permanentes y así abastecerse del líquido para el sostenimiento de las actividades agropecuarias y del riego a los cultivos.
De tener en cuenta que la CVC, como órgano rector ambiental, los afluentes hídricos son del resorte de esta entidad y por más que deleguen funciones de operatividad a entidades diferentes, es a ésta a quien corresponde la vigilancia y control del usufructo del ecosistema; en igual manera, corre con la corresponsabilidad en el caso fallido de la prestación de un servicio aforado.
La cuenca de la acequia Chambimbal tiene una longitud de aproximadamente 8 kilómetros de donde desprenden derivaciones como Paloblanco, Balboa, Procampo, predio La Sevilla, predio La María, bocatoma San Antonio y La Ventura; resulta inentendible también para ellos que a la altura de Simba, recientemente se derrumbó un viaducto el cual por buen tiempo taponó el cauce sin permitir que el agua llegara a los destinos; se contrató por parte de los encargados la construcción nuevamente del viaducto, el cual quedó en mal estado requiriendo ser intervenido nuevamente, costos estos que, según información suministrada a este medio periodístico, fueron trasladados a muchos usuarios, a más de las pérdidas por la falta del suministro del agua.
El riesgo que corren ahora es inminente, toda vez que la persona encargada poco conoce del tema, y menos de las labores como fontanero, pues se requiere agilidad en el servicio y constancia en el monitoreo para que ante cualquier aumento en el caudal del agua en el rio Guadalajara, se cierren compuertas y se eviten los daños ocasionados en otrora por esta acequia.
Como si fuera poco, el zancudero que se ha levantado es impresionante ya que los charcos formados en el cauce de la acequia se convierten en el criadero de estos insectos voladores y sin la debida corriente de agua, su periodo de gestación es inmediato y genera impacto negativo en los programas preventivos por parte de la administración municipal.