
Y qué decir de las calles semipeatonales que conectan el pasado con el presente, sin que se pierda la esencia de lo tradicional e histórico con las viejas casonas que aún se conservan en buen estado; el sector arquitectónico que iluminado en el estilo colonial invita a esos paseos nocturnos bajo la luz de la luna, pudiendo contemplar las estrellas en el firmamento sin que exista la prisa, el afán o el cansancio y que permiten a turistas, peregrinos y visitantes, congraciarse con ese Buga viejo lleno de muchas historias; pero para lograr ese encanto, se requiere del compromiso de un grupo de trabajo que vaya al ritmo del desarrollo de la Buga renovada. Eduardo Cano precisó que a pesar del corto presupuesto que se le asigna, logra mantener estas zonas en óptimas condiciones; ya que el manejo de estos recursos se hace con lupa y que además se cuenta con la colaboración de la empresa del sector privado.
De ahí que antesalando la temporada de semana santa, la ciudad presenta una cara agradable para recibir a propios y visitantes.