La fotografía que ilustra esta nota periodística corresponde a un reloj solar digital, sólo se puede construir por medio de una impresión 3D y como se puede apreciar, da la hora cuando los rayos del sol lo atraviesan; es un reloj solar digital con el que los estudiantes de la Casa de la Ciencia por estos días se deleitan.
El reloj de sol digital es una creación del inventor francés Julien Coyne, mejor conocido como mojoptix. Tiene un soporte que se puede girar en dos ejes para adaptarse a la latitud de la zona y los cambios horarios, y un semicilindro que hace de “aguja”.
Se trata de una pieza alargada de plástico con un montón de agujeros y túneles, están distribuidos de manera que, a la hora adecuada, los rayos de sol proyecten una matriz de píxeles con la hora actual, funciona como los transistores: si deja pasar la luz, genera un píxel; si no, sombra. Lo complicado es entender la matemática detrás del diseño; es decir, cómo ha distribuido los túneles en el plástico para que acaben dando la hora en digital.
La impresora 3D con la que cuenta la Fundación Casa de la Ciencia, con la que se construyó el reloj, es una moderna tecnología de punta que permite la construcción de objetos reales por medio de diseños elaborados por un experto en formato 3D; centenares de jóvenes que asisten a la entidad de apoyo educativo en ciencias, han tenido la oportunidad de imprimir diseños y conocer las bondades de esta tecnología de punta, que en el futuro construirá órganos y huesos que serán trasplantados en los seres humanos.
Son numerosas las aplicaciones que tiene la impresión 3D, desde la fabricación de alimentos, como la construcción de joyas preciosas, pasando por la fabricación de casas, pero entre sus alcances estaba uno que no pasaba por la mente de los inventores, nos referimos a una herramienta que pudiera dar la hora sin necesidad de pilas contaminantes o el uso de la costosa corriente eléctrica, por lo que se considera una invención ecológica, pues el mundo moderno busca cada vez más aprovechar energías como la solar, la cual está siendo desaprovechada por los países en vía de desarrollo. La impresión de esta herramienta tardó alrededor de 20 horas, luego de armarlo éste proyecta la hora local cada veinte minutos.
En este mismo orden de ideas, la Casa de la Ciencia realiza demostraciones con los educandos sobre el uso de la energía solar para ser convertida en energía eléctrica, todo por medio de herramientas lúdicas que permiten apreciar las aplicaciones del panel solar, mostrando el funcionamiento de una tortuga y una araña fabricada en plástico, las cuales se mueven, producto de la instalación de páneles solares en la parte superior de éstos.