El Periódico
Resulta inentendible que cuanta persona o entidad llega a Buga promocionando espectáculos les dé por la más fácil, como es la de empapelar los postes del alumbrado público, las paredes, muros y cuanto sitio encuentran, sin que exista autoridad alguna que evite tal situación; y esto no es de ahora, se pudiera decir sin temor a equivocaciones que Buga en este sentido, desde hace cerca de 20 años carece de autoridad para hacer cumplir lo reglamentado, máxime cuando la falta se comete en sitios denominados “Sector Histórico”.
De recordar a los funcionarios encargados de velar por este tema que el acuerdo 044 del año 2006 del Concejo Municipal y ahora la resolución 0304 del año 2010 del ministerio de cultura, prohíbe esta práctica en: Parques, postes del alumbrado público o telefónico, semáforos, sector histórico y su área de influencia.
Pero a decir verdad, esta normatividad se la pasan por la faja desde la clase política, quienes resultan ser los más irresponsables para con la ciudad que anhelan gobernar, vigilar o hacerle control político… y quée decir de los circos, empresas dedicadas a actividades varias, las discotecas asentadas en la ciudad, restaurantes y en fin, la lista sería interminable, de quienes instalan vayas, pancartas, letreros, empapelan y nada pasa.
Solo basta con darse un paseo por las diferentes calles y vías céntricas o de mayor concurrencia, para que claramente se puedan observar estas colgandejas afeando la sintonía arquitectónica que presenta la ciudad.
La pregunta que se hará la gente del común es ¿y qué sucede con la entidad encargada de expedir los permisos cuando los empresarios artísticos lo hacen por las vías legales, que no dejan claro este tema?; será que poco o nada les importa a los empresarios que traen a Buga espectáculos y les aclaran o exponen esas condiciones de publicidad y no las respetan?. Es allí donde la policía ambiental debería jugar papel importante sancionando con todo el peso de la ley esta clase de infractores, y sería el deber de la secretaría de gobierno vetar estas empresas cuando pretendan regresar con sus espectáculos, luego de haber empapelado o ensuciado la ciudad.
Queda tirado al traste el trabajo que en su momento y con mucho esfuerzo han realizado desde la oficina de Ornato y Embellecimiento en procura de mantener los postes del alumbrado público y otros sitios, libres de esta suciedad, esto no es valorado por los inescrupulosos que aun siendo de la ciudad, no se inmutan en evitar estos desmanes.
Ojalá se ponga remedio y pronta solución a este tema, para que los empresarios de cualquier espectáculo respeten los muros, paredes, postes, al momento de querer realizar actividades comerciales en la Ciudad Señora.